El efecto altavoz de las crisis

El efecto altavoz de las crisis

Las crisis desarrollan el  «efecto de altavoz».  Agrandan lo que ya es. Lo que ya está. Para que sea más fácil verlo, poner atención y,  si así lo decides,  afrontar la tarea de corregir la percepción si esta es errónea. El efecto altavoz de las crisis también supone el resurgir de la cualidad humana.

El «efecto altavoz» que produce cualquier crisis puede provocar que:

Las relaciones personales difíciles aumentan su dificultad para que no sea posible por más tiempo hacer como que todo va bien.

El  miedoso en una crisis se convierte en aterrorizado.

El que tiene dificultad con las figuras de autoridad, incrementa su resistencia a doblegarse.

La crisis trasmuta las dudas en  dilemas.

Si piensas que alguien o algo debe ser el culpable, en estado de crisis convertirás a cualquiera o a cualquier cosa en tu despiadado enemigo.

Quién está lejos de sí mismo o lejos de los demás aumenta la distancia con la crisis para que el sufrimiento que esto guarda sea obvio.

Tanto el aislado social como el hiper-social al atravesar una crisis evidencia sus carencias.

Las crisis también tienen un efecto multiplicador de las mejores cualidades de los seres  humanos.

Así si sostienes dentro de ti semillas de  solidaridad,  la crisis hará que las semillas den fruto y se multiplique tu solidaridad.

Si eres generoso avanzas hacia el altruismo.

Si dentro de ti se mueve el  ingenio y la creatividad podrás abrirte a tu talento.

La sabiduría,  la comprensión y  la paz  interna cobrarán sentido práctico y se expandirán.

Si eres fiel  amigo de ti mismo y amigo de otros reforzarás ese lazo en cada crisis que atravieses.

Si ya tienes en cuenta a los demás, en una crisis descubres como nunca antes el valor incalculable que tiene cada ser.

En medio de tu crisis, de la mía o atravesando la crisis de todos puedes permitirte  finalizar la apariencia, el parecer otra cosa, el disimular.

Tienes todo delante  para que veas lo tuyo, para que vea lo mío, para que veamos lo nuestro.

Usa la crisis para abrirte a ver. para abrir  los ojos de tu mente para ver lo de fuera (… la sociedad, la naturaleza, quién está y quién desaparece, lo fundamental, lo secundario, lo que se puede olvidar y lo que no…) y para verte (la vulnerabilidad, el miedo, la fortaleza, el caos, el egoísmo, la soberbia, la humildad, la calma, la compasión, la dependencia, la inteligencia, lo superficial, lo esencial)

Observa bien, con mucha atención en ti qué es lo que se está magnificando, para qué lo hace y qué es lo que tú vas a hacer con eso.

Yo, ya estoy trabajando en lo mío. ¡Suerte, hermano!

Mabel Alquézar

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