Un pequeño resumen de nuestro libro

LOS OCHO PASOS DE LA MEDITACIÓN

PASO 1. ….LA POSTURA.

La postura es el primer paso en el sistema de la GUÍA FÁCIL PARA MEDITAR EN CASA EN OCHO PASOS. En este capítulo encontrarás consejos para aprender a ajustar tu postura para meditar. Te explicamos qué es eso de “experimentar la quietud” en tu cuerpo y te mostramos posturas con energía o mudras en los que poder hacer tu práctica para despertar en ti actitudes como la serenidad, el equilibrio, el coraje o la inocencia.

El primer paso de la GUIA FACIL PARA MEDITAR EN CASA EN OCHO PASOS es la postura física; esencial para que tu práctica sea provechosa. El cuerpo debe tener la suficiente comodidad y firmeza para que mantener la inmovilidad no te suponga el más mínimo esfuerzo y sea de hecho un placer estar así durante unos cuantos minutos todos los días.

¿Qué significado tiene el que nos quedemos quietos? En primer lugar es algo a lo que no estamos acostumbrados, dada la vida que llevamos. ¡No tenemos costumbre de parar!

Por tanto, solamente el hecho de parar ya te va a dar una nueva perspectiva de ti mismo.

¿Qué ocurre cuando decidimos quedarnos así por unos minutos?

Estar completamente inmóvil de manera consciente y voluntaria es algo desconocido para casi todos y la inmovilidad del cuerpo físico es algo que experimentar y descubrir. Es interesante que te acerques a esta práctica sin ideas preconcebidas sobre lo que estás haciendo o sobre cómo te deberías sentir….tan solo experimenta, observa y trata de conectar emocionalmente con las sensaciones que percibas, sean estas las que sean…

A esta parte de la práctica la llamamos experimentar la quietud.

Puedes aprovechar la postura de meditación para que, además de una postura firme y cómoda, te sirva para invocar determinadas actitudes que despertarán en ti la serenidad, la inocencia, el coraje o el equilibrio.

Son los mudras. Posturas o gestos en los que se coloca el cuerpo y las manos. Al incluirlos en la postura de meditación los canales energéticos del plano físico se activan y purifican, lo que repercute en tu estabilidad emocional y mental. Los mudras durante la meditación te disponen de mejor forma para que te lleves estas actitudes a las acciones concretas de tu día a día y a las relaciones con los demás.

Los mudras que proponemos en la GUÍA FÁCIL PARA MEDITAR EN CASA EN OCHO PASOS invocan la serenidad, la ecuanimidad, la acción correcta con sentido y dirección, el coraje, el equilibrio o ecuanimidad, el desapego de uno mismo, la apertura para dar y recibir, la sobriedad, la humildad y la sinceridad…

Cuando en meditación estamos hablando de la postura estamos hablando del cuerpo, que es el primer lugar donde podemos experimentar un reflejo de lo que es la paz. Al calmar el cuerpo tenemos la posibilidad de acercarnos a un estado superior de la mente y comenzar a experimentar físicamente un estado de paz.

Utilizamos la herramienta que es el cuerpo, o más bien nuestra percepción de él para hacer esta experiencia de pacificar el cuerpo al mantenerlo inmóvil, sin tensiones y en observación minuciosa y directa. Si has tomado alguna clase de Hatha Yoga seguramente estarás un poco más cerca de la experiencia de esta sensación de quietud y de observación del cuerpo.

Este primer paso, la postura, en especial para quienes no tienen mucha experiencia puede ser en ocasiones muy conflictivo. La tendencia del ego, lo que nos sale en automático y desde el inconsciente, es el movimiento continuo, no observarnos, no prestar atención a lo interno, aunque en ocasiones te cuentes que si lo quieres hacer…lo que si es recomendable es acercarte a la práctica sabiendo ya de antemano que lo más probable es que aparecerán resistencias e incomodidades. Disponer de información sobre las resistencias corporales y mentales que aparecen en la práctica hará que las puedas reconocer y por tanto deshacer más rápidamente.

PASO 2. ….LA RESPIRACIÓN.

La respiración voluntaria, amplia y consciente es el segundo paso de la GUÍA FÁCIL PARA MEDITAR EN CASA EN OCHO PASOS. Respiras constantemente, respiras dormido, sin prestar atención a esta actividad corporal sin la que no puedes vivir. Tu experiencia en este mundo comienza con una inspiración y terminará con una exhalación. La respiración, así como las sensaciones corporales son una puerta siempre disponible en ti, en todo momento para que puedas interiorizar. Así que este segundo paso: LA RESPIRACIÓN, no se puede pasar por alto si quieres aprender a meditar.

Te mostramos cómo hacerlo y qué ocurre en ti al activar la respiración.

Aquí te dejamos unos audios donde podrás aprender a respirar conscientemente.

El cuerpo esta ya inmóvil, relajado, firme y consciente. Te has detenido a observar la quietud. Te has detenido a observar y entonces ahí mismo aparece un movimiento constante; LA RESPIRACIÓN, que hace que también otros procesos corporales internos funcionen. Así que en este punto están ocurriendo dos cosas a un tiempo, la quietud y el movimiento. Desde la quietud observas el movimiento perceptible que se da con la respiración. Recomendamos una observación prolongada de este proceso respiratorio para que lo conozcas bien y lo puedas manejar.

Toda práctica meditativa tiene que pasar por la respiración haciendo una intervención voluntaria en ella, para dejarla luego en un segundo plano. Es importante que sea así, sino comienzas por dirigir durante unos minutos tu respiración no aprendes que tienes el poder de dirigir.

Así no se trata de que metas mucho aire en el cuerpo. Más bien se trata de permitir que el cuerpo, poco a poco y con la práctica se vaya abriendo a toda su capacidad respiratoria haciendo una respiración lenta especialmente en la exhalación del aire.

Dirigir la respiración tiene resultados medibles químicamente en el cuerpo. Al calmarse por efecto de la respiración, el organismo segrega hormonas que nos hacen percibir corporalmente una sensación interna que identificamos con la paz.

Es maravilloso saber que con un poquito de atención, el cuerpo se prepara y colabora hasta químicamente para facilitarnos la meditación.

Realizar una respiración completa en la que se combina la respiración abdominal, torácica y clavicular suelta el diafragma. Puedes aprende a hacerlo en muy poco tiempo.

El cuerpo tiene una capacidad respiratoria que a menudo, en tu respirar inconsciente no has investigado. Experimentar y probar cómo funciona y qué puedes hacer con ella, te permite descubrir dónde existen bloqueos o dificultades. Respirar conscientemente te encamina hacia una vida consciente.

…PASO 3…LA RESPIRACIÓN.

En la GUÍA FÁCIL PARA MEDITAR EN CASA EN OCHO PASOS te explicamos en el tercero de estos pasos como pasar de la respiración activa a la respiración vegetativa. Un paso decisivo para ir adentrándote en ti. Primero tendrás que haber practicado algunos ejercicios respiratorios en los que diriges voluntaria y conscientemente la respiración.

Decides los tiempos y la cantidad de aire con la que se llena el cuerpo. Después se trata de soltar literalmente la respiración. En este punto, el cuerpo respira por si solo mientras sigues manteniendo la atención y la observación. Te das cuenta de que respiras. Solo haces eso: observar sin dirigir ni intervenir en absoluto. Esto es a lo que llamamos soltar la respiración. Es el paso para acceder a una paz que no es solo corporal.

Soltar la respiración para construir la paz interior supone que, tras un proceso de respiración amplia, consciente y voluntaria en la que eres tú quién dirige, nos podemos mantener observando cómo respiramos pero sin intervenir. No interferir en el modo y manera en el que respira el cuerpo tiene la paradoja de que es algo que hacemos durante la mayor parte del tiempo, es decir que no te paras a pensar ahora inspiro, ahora exhalo…y sin pensar esto lo hace el cuerpo, es una manera de soltar la respiración pero es inconsciente. La diferencia cuando estamos practicando la respiración es que nos estamos dando cuenta, es decir tomamos consciencia de la respiración. De nuevo, utilizamos el cuerpo y este proceso misterioso (la respiración) como reflejo de eso que supone pasar del inconsciente al consciente. Seguramente habrás oído frases que señalan que lo mismo qué es arriba es abajo y lo mismo es dentro que fuera…No es en realidad lo mismo pero es un reflejo palpable y experimentable de lo que se da en la mente más abstracta donde tiene lugar la experiencia de la meditación en si.

Al soltar la respiración se hace evidente un aspecto más profundo en ti: El observador interno. Quizá lo hayas olvidado y pasado por alto, quizá nunca te hayas detenido a pensar qué es lo que en ti se da cuenta, percibe tu cuerpo, tu respiración, tus sensaciones, tus pensamientos…qué es eso que es capaz de reconocer tu cuerpo y lo que ves a tu alrededor. En realidad, ¿Quién o qué se está dando cuenta de que respiras?

Este es el testigo interno, dale la bienvenida de nuevo a tu vida, ahora que lo puedes ver. No se fue nunca a ningún sitio. Siempre está ahí presente. Lo único que ocurre es que puede que estés entretenido en otras cosas y por eso no lo ves. Cada vez que haces una práctica, este testigo va cobrando más valor para ti. Cada vez lo reconoces mejor.

PASO 4 LOS SENTIDOS HACIA DENTRO

Este es un paso práctico o activo dentro de este proceso que conduce hacia el estado de meditación. Hemos parado el cuerpo en quietud, hemos respirado activamente y hemos soltado la respiración. En esta observación aparecen sensaciones, estamos inmóviles pero respirando y con algo más despierto: nuestros sentidos…qué hacemos con ellos?

Seguimos sintiendo la piel, el frio o el calor, seguimos escuchando los sonidos externos, nuestro olfato está activo (más si eres un meditador que quiere utilizar elementos como velas, incienso…) también podemos notar el sabor de la boca ¿y la vista? Estamos con los ojos cerrados pero ¿vemos la oscuridad?…. En este paso vamos a ir repasando y deteniéndonos a observar cada sentido para volcarlo hacia dentro. Así de nuevo, utilizamos algo externo, algo que nos trae la información de lo que pasa fuera de nosotros, como son los sentidos para darle una nueva orientación en este caso interna…los sentidos hacia dentro.

PASO 6 EL TESTIGO INTERNO

Se sutiliza la práctica. Entramos en el ambito de “lo que se ve” ahí dentro con los ojos cerrados.

Pensamientos, creencia, emociones, acciones, experiencias….Lo que se ve al interiorizar. Al principio un lio…que hay que deshacer poco a poco, teniendo de nuevo información sobre lo que es cada cosa, y también vemos en global, el denominador común de nuestros pensamientos y vemos por tanto, la naturaleza de nuestro estado mental.

En este punto hay una experiencia interna de observación, estamos entrenando la mente cada vez que la observamos de esta manera tan profunda y lo que produce este entrenamiento es que nos va a ayudar en la vida, en las cosas concretas que vivimos para poder observarlas de manera más amplia, mas meticulosa, nítida y más consciente, por tanto. En nuestro libro hablamos de los estados de conciencia, cómo distinguirlos.  Y de esa conciencia de la que se dice que no

PASO 7CONCENTRACION DHYANA

Al igual que ocurre con la observación de los sentidos,  la respiración y las sensaciones que experimentamos en  cuerpo . el objetivo es que se silencien lo suficiente para que de alguna manera no molesten lo que nos permite  ir a estados o frecuencias mentales más profundas (…algo así como ir pasando de la percepción externa a la percepción interna…)

En este paso siete se trata de una vez vistos y observados los pensamientos, tratamos de ir al significado de los mismos a su origen o naturaleza. Comienza a percibirse que existe un dominio sobre ellos, que puedes elevarte sobre ellos y concentrar la mente en uno solo y mantenerte ahí. Por poner un ejemplo es similar a un punto de equilibrio como si estuviéramos sobre una cuerda suspendida en el aire, es un punto concreto donde existe ese equilibrio, requiere un estado muy preciso, en un momento podemos estar fuera, de nuevo en el suelo…pero ese punto por limitado que sea en el tiempo es tocar lo eterno, tocar el equilibro perfecto, donde nada falta y nada sobra.

PASO 8 CONCENTRACIÓN. MEDITACIÓN

Mantener el paso 7 es colocarse en el siguiente, el ocho, el estado meditativo, ya que la mente no puede ir hacia otro lugar ya.

La mente toma dirección, es un avión que despega, lo único que cabe , si se mantienen las condiciones previas es que vuele, no puede hacer otra cosa. Es el momento de la mente abstracta, la no forma. Nada que tenga que ver con el mundo tal y como lo percibes con los ojos del cuerpo. Y esta experiencia abstracta es tu experiencia. Absolutamente nadie más puede hacer esto por ti. Las experiencias de meditación, cuando se alcanza estados elevados en la mente, se convierten en una referencia. A partir de ahí ya puedes diferenciar. El mundo y esto otro. Lo que siento y esto otro. Lo que pienso y este otro estado. Y así por contraste vas dándote cuenta de algo de lo que es frecuente oir hablar y algo más «trabajoso» experimentar:  El contraste entre el miedo y el amor (entre el ego y el espíritu o la esencia que somos) este es el fin y el objetivo de una práctica como esta. Esta es la experiencia espiritual profunda que ocurrirá en el estado meditativo.

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